Valentino y la aventura de tomar un baño
"A mí me gustan las tormentas, me gustan tanto que no desperdicio ocasión de armar alguna, eso dice mi yaya cada vez que me enojo mucho, como cuando mi mamá se va al trabajo o mi abuela sube al colectivo". Valentino
Este cuento es parte del libro impreso "Las aventuras de Valentino"
P R Ó L O G O
"Me llamo Valentino, tengo un año y medio todo entero, seis dientes, tres muelas, cuatro cuentos, un ángel de la guarda, un papá, una mamá, mucho pelo, un garrote de gigante y una cabeza repleta de agua porque nací con hidrocefalia, así que cuando sea grande, en lugar de llenarla de pájaros, la voy a llenar con peces que son más prácticos porque ya saben nadar, no hay que enseñárselo como a los pájaros.
A veces, cuando mi Yaya me habla y yo no le contesto, no la miro ni pestañeo ni nada, ella me pregunta ¿Estás bien?; yo le hago una sonrisa chiquita para que se quede tranquila y ella se va diciendo, “Ya estás otra vez en la luna”.
A mí gusta estar en la luna. Me gusta estar quieto y mirar. Me gusta ver la luz del sol bailando sobre las paredes. Me gusta dejar caer la cabeza a un costado y ver las cosas patas arriba. Me gusta cerrar los ojos con fuerza porque cuando los abro veo lucecitas de colores. Me gusta escuchar el aleteo de los pájaros que andan buscando lombrices en el patio de casa y el ruido del viento cuando pasa por el sauce del fondo. Cuando estoy en la luna, mi Yaya se sienta con un cuaderno y un lápiz y dice “Vaya uno a saber qué cuentos andan ahí adentro”, me da besos en la frente y escribe. Ella escribió estos cuentos para mí y Gastón los ilustró".
© Texto e idea original: Marianela Alegre
© Ilustraciones: Gaston Zuñiga
© Diseño gráfico: Román Giannecchini
Impreso en Impresos S.A
Santa Fe Capital.
Alegre, Marianela
Las aventuras de Valentino. 1a Ed. - Santa Fe, 2014
ISBN: 978-987-33-4653-8
Sobre el/la autor/a
Marianela Alegre
Marianela Alegre suele presentarse con un juego de palabras diciendo que es Contadora Pública de profesión y Contadora de historias por vocación. Le gusta esa palabra “contadora” que une sus dos mundos, sus dos pasiones, en principio imposibles de unir. Ha publicado seis títulos infantiles, tres de los cuales han sido reconocidos por la Cámara de diputados y diputadas de la Provincia de Santa Fe, Argentina, provincia en la que reside en la ciudad de Santo Tomé, a la vera del río Salado. Los mismos se leen desde hace diez años en escuelas de su ciudad y cercanas. Sus novelas y libros de cuentos anclan en lo cotidiano para saltar desde allí a la fantasía; también para mostrar a través de la aventura de los protagonistas la magia que, si miramos bien, existe en la vida de todos los días, que no es otra que aquellas que nos enseña a amar y amarnos a nosotros mismos. Sus personajes atraviesan la niñez entre juegos, leyendas que se hacen realidad, y enamoramientos de niños. También se sobreponen a los pruebas que la vida que les va presentando, enfermedades, la discapacidad, la muerte de un ser querido, las pruebas de matemática, enojarse y perdonar, ser injustos, crueles, ser nobles, el desempleo de un padre. Todo lo que conforma el ir creciendo, transformándose.
Su obra comprende la trilogía: Un verano. Quinto Grado. La novia del río. Las novelas: Aguafresca y el ejército de Belgano. Y los cuentos: "Las aventuras de Valentino". "Amam".
Sobre el/la autor/a
Gastón Zuñiga
"Mi dibujante se llama pero él no lo sabe porque dice que se llama Gaz que suena igual que la palabra que la gente culta como mi Yaya dice en lugar de pedo. Él estudió en la Mantovani que es una escuela muy particular porque la gente ahí sale toda artista. Mi Yaya me contó que Gastón es miembro de un Círculo que se llama de Dibujantes Santafesinos, a mí me parece quedebe estar algo equivocada porque los círculos no tienen miembros son redondos sin pies ni manos ni nada.
De su pelo no voy a hablar. A la casa de mi Yaya, Gastón iba a hablar del libro para planearlo todo, según él, pero yo sé que era una excusa para comer torta. Gastón no vive cerca de mi casa, vive en Santa Fe, para llegar a su casa tengo que cruzar un puente que está sobre un río que se llama Salado. A mí me gusta caminar por la orilla del Salado con mi Yaya, ella junta piedras, me las dá y yo las tiro con fuerza sobre el río. Cuando la piedra cae al agua hace pfl-oop! que es un ruido que hace cosquillas, por eso mi Yaya y yo nos reímos como locos desde la arena". Valentino
